La delegación del Gobierno de Colombia ha aceptado la invitación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para reunirse y abordar la crisis en el proceso de paz, que ha estado suspendido desde el pasado 22 de septiembre. El equipo negociador del presidente Gustavo Petro emitió un comunicado en la mañana de este jueves, en el que saludó la intención del ELN de retomar el diálogo.
“Al anunciar la suspensión de los diálogos, señalamos que se requería un gesto que demostrara la voluntad del ELN de avanzar en este proceso. Por esta razón, saludamos hoy la comunicación de su Delegación de Paz del pasado 9 de octubre. Aceptamos la invitación para llevar a cabo una reunión que nos permita abordar todos estos asuntos y retomar nuestro diálogo en busca de generar los hechos de paz que nos demanda la sociedad colombiana”, señaló el comunicado del Gobierno.
La reunión propuesta por el ELN incluirá la presencia de países garantes y acompañantes permanentes del proceso, según el comunicado emitido por la guerrilla el miércoles, en el que también acusaron al Gobierno de una serie de «incumplimientos» en la mesa de diálogos. El ELN afirmó que estos incumplimientos desencadenaron una profunda crisis, y responsabilizaron al Ejecutivo de congelar el proceso de manera intencionada.
La crisis en las negociaciones de paz alcanzó su punto álgido tras un atentado perpetrado por el ELN contra una base militar en Puerto Jordán, Arauca, el pasado 17 de septiembre. Este ataque, que dejó en suspenso el proceso de paz, marcó el mayor episodio de tensión desde que las conversaciones se reanudaron en 2022. A pesar de que el presidente Petro y la jefa de la delegación, Vera Grabe, afirmaron que no se trataba de una ruptura definitiva, la suspensión de las negociaciones ha generado dudas sobre el futuro del proceso.
El Gobierno, en su comunicado de este jueves, reiteró su compromiso de resolver los problemas que surgieron en la mesa de diálogos, insistiendo en la importancia de buscar la prórroga del cese al fuego, cumplir con los compromisos asumidos en la participación de la sociedad en la construcción de paz, y avanzar en la agenda establecida en el Acuerdo de México.
La aceptación de esta reunión por parte del Gobierno y el ELN representa una nueva oportunidad para retomar las conversaciones, aunque el camino para restablecer la confianza entre las partes será complejo. Durante el tiempo que resta de la administración Petro, los expertos han advertido que los desafíos en la mesa de negociaciones siguen siendo significativos, y que será fundamental trazar límites claros en las discusiones con la guerrilla más antigua de América Latina.
La comunidad internacional, incluyendo a la Iglesia, la ONU, y los países garantes, sigue desempeñando un papel crucial en el acompañamiento del proceso, mientras el país espera señales más claras sobre el futuro de las negociaciones y la posibilidad de alcanzar una paz duradera.
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