El reciente colapso de una torre en el conjunto residencial Privilegios ha puesto en evidencia la precaria situación habitacional de cientos de familias en el barrio Campo Alegre. Roberto Tapia, abogado representante de los afectados, alertó sobre la urgencia de tomar medidas ante esta crisis y responsabilizó al Distrito de Barranquilla por la falta de acción.

Tapia señaló que el derrumbe era un hecho previsible, dado que las autoridades habían ordenado el desalojo de varias torres en el sector hace varios años debido a problemas estructurales. Sin embargo, muchas familias se negaron a abandonar sus hogares, y otras ocuparon ilegalmente los apartamentos desocupados.

«El Distrito tenía la responsabilidad de evitar que los apartamentos fueran invadidos», afirmó Tapia. «Esta situación se ha repetido en otros conjuntos residenciales como Colina Campestre y Ciudad del Sol, donde las autoridades han sido lentas en tomar medidas para proteger a los habitantes».

El abogado destacó que la muerte de una mujer en el derrumbe del edificio Privilegios es una tragedia que no puede ser ignorada. «Este hecho debe servir como un llamado de atención para que las autoridades actúen de manera inmediata y efectiva», expresó.

Tapia también señaló que la situación de inseguridad en el sector ha generado un clima de incertidumbre y temor entre los habitantes. «La gente tiene miedo de que sus casas se caigan y no saben a dónde ir», afirmó.

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El abogado hizo un llamado al alcalde de Barranquilla para que se comprometa a solucionar esta problemática de manera urgente. «Es necesario que se realice un estudio exhaustivo de todas las construcciones en el sector y se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los habitantes», afirmó.