La final de la Copa Colombia entre América y Nacional no pudo completarse. Faltando seis minutos para el final, seguidores del equipo escarlata protagonizaron disturbios en las tribunas.

Cuando todo indicaba que Nacional se coronaría campeón del torneo en el Pascual Guerrero, los aficionados del América intentaron invadir la cancha, obligando al juez central a suspender el encuentro para evitar cualquier tipo de incidente.

El partido, hasta ese momento, se mantenía 0-0, lo que le otorgaba el título a Nacional, que había ganado 3-1 en el juego de ida.

El árbitro nariñense, Jonathan Ortiz, esperó unos minutos para ver si se podía controlar la situación, pero al observar que los jugadores corrían riesgos, dio la orden de retirarse a los vestuarios para evitar mayores problemas.

A ese punto del partido, el árbitro tiene la autoridad de dar por terminado el encuentro si considera que no hay garantías para continuar.

Las autoridades intentaron controlar la situación, pero fue imposible reanudar el juego, que prácticamente estaba finalizado.

La hinchada escarlata no permitió que Nacional celebrara su título de copa en el estadio Pascual Guerrero.

América cierra así un semestre para el olvido, en el que ilusionó a su afición con el fútbol mostrado en la primera parte de la temporada, pero decayó en la parte decisiva, cuando se definían los títulos de liga y copa.

Entre tanto, Nacional festeja un título más en el fútbol colombiano y ahora se prepara para buscar el título de la Liga Colombiana ante Deportes Tolima este miércoles en Ibagué, donde se disputará el juego de ida.