Promigas y la Fundación Cataruben anunciaron hoy el lanzamiento del proyecto Corozo. Esta iniciativa privada busca proteger y restaurar 105.000 hectáreas de bosque seco tropical y humedales en la costa norte de Colombia, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y la preservación de la biodiversidad.

El proyecto, que se extenderá por 22 años, beneficiará a ocho departamentos y varios municipios priorizados en el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). A través de incentivos económicos, se busca promover la conservación de tierras privadas y fortalecer las capacidades locales para gestionar de manera sostenible estos ecosistemas.

Corozo se destaca por su enfoque integral, combinando la conservación de la biodiversidad con la generación de créditos de carbono. Al evitar la emisión de 3,5 millones de toneladas de CO2, el proyecto contribuirá a cumplir las metas climáticas del país y generará beneficios económicos para las comunidades locales.

«Este proyecto es un ejemplo de cómo el sector privado puede jugar un papel fundamental en la conservación de nuestros ecosistemas», afirmó Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas. «Al proteger los bosques y humedales, estamos asegurando un futuro más sostenible para las próximas generaciones».

El bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, y los humedales del Caribe, esenciales para la regulación hídrica y la biodiversidad, son los principales focos de conservación de Corozo. Al proteger estos ecosistemas, se contribuye a la mitigación de los efectos del cambio climático, como las inundaciones y la sequía.

La iniciativa será certificada bajo el estándar internacional VCS-Verra, garantizando la calidad y transparencia de los resultados. Además, se trabajará en estrecha colaboración con las comunidades locales para fortalecer su capacidad de gestión y asegurar la sostenibilidad a largo plazo del proyecto.