A un año del feminicidio de Jennifer Paola Ortega Vega, cuyo cuerpo fue encontrado con signos de violencia debajo de su cama en el barrio El Porvenir de Repelón, su familia expresa profunda preocupación por la lentitud del proceso judicial y el riesgo de que el presunto asesino quede en libertad. El crimen, ocurrido aproximadamente el 14 de octubre del año pasado, sigue sin una sentencia definitiva.

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Julieth Ortega, hermana de la víctima, denunció públicamente que el proceso se encuentra estancado desde hace tres meses. La demora se debe a una queja de apelación presentada por la defensa del acusado ante el Tribunal, luego de que la Fiscalía solicitara el testimonio de la médica legista.

«El Tribunal lleva tres meses y no nos da respuesta. Tenemos temor de que si esto continúa así, este tipo pueda salir por vencimiento de términos«, afirmó Julié Ortega. La familia acusa a los abogados de utilizar «estrategias dilatorias» para extender el proceso, buscando la única vía que creen que le queda a la defensa para liberar al detenido, ya que aseguran que existen «evidencias claras, precisas y concisas» de su culpabilidad.

El presunto asesino fue capturado un mes después del crimen y actualmente se encuentra recluido en la Cárcel Modelo de Barranquilla. El caso ya se encuentra en la etapa de juicio oral, pero está paralizado a la espera de la resolución del Tribunal, al que la familia pide, de forma respetuosa pero urgente, dar prioridad al caso para evitar la impunidad.

Julieth Ortega relató el inmenso dolor de la pérdida, especialmente por los hijos de Jennifer, quienes extrañan el afecto de su madre. La familia de la víctima ha intentado contactar al Tribunal por correo, pero usa los medios públicos para «llamarle la atención a las autoridades» sobre la gravedad de que se presenten casos de vencimiento de términos en procesos de feminicidio, como ha ocurrido en otros casos en el departamento.